Carta al derecho
Tiene un aspecto monstruoso y enorme, donde vive el diablo no llega la luz del sol. Es un sitio oscuro y tenebroso. Tiene cadenas que atan por igual a hombres y a mujeres.
El diablo en tu mundo tiene nombres cómo la avaricia, el egoísmo, los vicios, la envidia, todos ellos sin límite.
Sólo te importas tu y satisfacer tus deseos, todos ellos materiales. No hay sitio en tu vida para la espiritualidad y careces de escrúpulos.
Eres muy inteligente y sabes guardar las formas.
Puede que ocupes un puesto relevante en la sociedad y tendrás un buen trabajo, un buen coche, una buena casa y un buen vivir, pero conseguido sin ética ni moralidad.
Tu actitud ante la vida hace que sea imposible tener una familia feliz, les utilizarás para conseguir tus objetivos y guardar las apariencias.
Cuanto más tienes, más quieres
Carta invertida
Tu ansia por las cosas materiales no tiene límite. Quieres más poder, más lujo, más dinero.
Esta forma de vida te ha llevado por un camino muy peligroso. Has abusado del alcohol, del juego, de las drogas, del sexo . . .
La convivencia contigo es imposible. Los amigos se van, los momentos alegres desaparecen, la buena vida se acabó. Te quedas sólo y prisionero de ti mismo.
Has vivido exclusivamente para ti y por querer más y más de todo lo que te daba placer, el cuerpo ha dicho: ¡basta ya!. Ha comenzado tu degeneración física reflejo de la vida desordenada que has decidido vivir.
Has vendido tu alma