Carta al derecho
Alguien que no sigue un camino predeterminado. No sabe hacia dónde se dirige, tampoco le importa, va hacia dónde le lleven sus pasos. Camina sorteando dificultades, obstáculos y peligros, pero tiene muy claro que hay algo más allá que le está esperando y que merece la pena.
No deja huellas porque no hay nada terrenal que le interese. Su equipaje es muy ligero, lo necesario para sobrevivir.
El sol de la mañana le ilumina y le marca el rumbo a seguir durante todo el día: de este a oeste, es decir hacia el futuro, hacia el más allá.
Un espíritu libre
Carta invertida
Alguien que ha perdido el rumbo. Se ha desorientado y no sabe hacia dónde va. Está perdido, rodeado de peligros y va directamente al abismo.
No comprende las cosas de la vida. No comprende a la gente. Se siente separado de todo lo terrenal y prefiere caminar sólo.
Ha perdido la confianza en si mismo y tiene miedo.